Libertad. Quizá esta sea la principal sensación que nos inunda cuando estamos sentados en nuestra tabla esperando la próxima serie que nos catapulte hacia un sinfín de sensaciones, dejando que nuestros problemas se vayan con la espuma hacia la orilla. O cuando nuestra melodía favorita nos evade del tiempo y nos saca emociones difíciles de expresar. Son estos excitantes momentos los que nos hacen ver en color y nos motivan a vivir con intensidad, algo por lo que nos consideramos afortunados.
Nuestra idea con Costa Oeste Surf & Rock, era y es, la de expresar con esa misma libertad las emociones que la tablas y las guitarras nos proporcionan, tratando de ser un punto de encuentro para todo aquel que quiera expresarse y participar.
A punto de transcurrir un año desde nuestra puesta de largo y tras el parón veraniego, VOLVEMOS A LA CARGA.
Muchos conciertos, olas, viajes y grandes momentos han sucedido durante este verano. Pero ha llegado a su fin, esperando que el deseado vaciado de sombrillas, chiringuitos, turistas y un sinfín de artilugios veraniegos, dé paso a las vacías playas de invierno y a las tan ansiadas formas onduladas que rompen en la orilla. Y para celebrarlo, ya estamos cocinando algún reportaje que pronto verá la luz: Cloudbreak, Irlanda, Surfskate, GetMad etc. están en nuestra recámara para ser disparados.
Pero lamentablemente no solo buenos momentos han inundado nuestra vida en estos meses. Tenemos que seguir viendo cómo nuestras costas son dañadas por nuestras acciones: basura en las playas y en el agua, algas en el Estrecho, sobrexplotación, superpoblación, consumismo, incendios forestales etc., sin acción conjunta a nivel global para solucionarlo. De qué nos sirve crear un mundo lleno de comodidades si al final se muere? La globalización ha venido para quedarse, en sentido negativo, pero también en sentido positivo. Y gracias a ésta, nuestras acciones pueden tener mucha más repercusión.
A mediados del mes pasado se conmemoraron los 50 años del festival de Woodstock, punto culminante, junto al mayo del 68, de la revolución juvenil y de derechos civiles sucedida durante los años 60. Quizá nos pueda servir de ejemplo para inspirar una nueva revolución en favor de los derechos de nuestro planeta. Debemos pasar a la acción, tanto con gestos a nivel individual como acciones a nivel colectivo.
Aparte de amar el surf y el rock, por encima de todo amamos nuestro planeta, que nos da las oportunidades para sentir la libertad que tanto nos satisface. Y desde Costa Oeste Surf & Rock trataremos de poner nuestro granito de arena para protegerlo y mejorarlo, Quizá si todos empujamos moveremos la montaña. Así que A LA CARGA.
Y por supuesto, no olviden supermineralizarse, supervitaminarse y pasarlo del carajo!!