Hay momentos en tu vida donde descubres una sensación, un sentimiento que te conmueve y que hace que quieras estar próximo a ello el mayor tiempo posible. Una adicción, en definitiva. Muchos de nosotros, la primera vez que empezamos a fluir en una tabla en el agua, en el asfalto o en la nieve, despertamos esa sensación que nunca nos ha abandonado. Y eso es precisamente lo que le sucedió a nuestro personaje de hoy, Jerónimo Reyes, Jero, allá por mediados de los años 70 cuando se montó en un patín en su tierra de acogida – Venezuela.
Por aquel entonces, el skate irrumpía con fuerza en los States con los Z-boys y compañía. Y empezaba a expandirse por el globo terráqueo, incluyendo España de la mano de Sancheski y la primeria tienda en Madrid, Caribbean.
Los comienzos.
Y allí estaba Jero con sus amigos Humberto y Felipe, aprendiendo a patinar por las calles de Caracas con un skate “Hang-Ten” con tabla de fibra de vidrio y rodamientos ruidosos de bolitas. Posteriormente hubo un “upgrade” a una tabla SIMS Superply 11.0 con ejes Tracker Sixtracks y ruedas YoYos de la época, que aún conserva. Fue su mejor amiga durante los años venideros, buscando piscinas vacías por la ciudad y el mundo, o patinando las rampas de madera construidas de manera artesanal por la comunidad skater, que “sustraían” de construcciones adyacentes. Eso sí, la cercanía con USA hace que el mercado de patines sea bastante abundante… hasta el año 83, donde la crisis económica y devaluación de la moneda corta el flujo de material.
Coleccionando patines.
Nuestro personaje se traslada a Estados Unidos unos años, siempre con su patín, hasta que a mediados de los 90 vuelve a su Venezuela anhelada y comienza su nueva afición, la colección y restauración de tablas de skate de los años 70. Empieza en el año 2001 con la visita a un mercadillo de segunda mano, del que salió con cinco patines listos para restaurar. Este fue el pistoletazo de salida para crear una colección de más de 50 patines a día de hoy, adquiridos en Venezuela, Alemania, Reino Unido, España etc. A principios de la década pasada Jero se traslada a España, y poco a poco va trasladando su colección a nuestro país. Tras un encuentro eventual en la madrileña tienda de Caribbean, donde pudimos apreciar uno de sus magníficos monopatines, decidimos comenzar una colaboración y mostrar parte de su colección.
Y que mejor tabla para comenzar nuestro tour que aquella que enganchó a Jero en el deslizamiento sobre ruedas, la pionera SIMS Superfly.
En la siguiente foto se puede apreciar un ejemplar de las legendarias Kryptonics de foam. Tienen la misma construcción que los esquís de nieve y de hecho, se hicieron en una fábrica de skies en Boulder Colorado. Estas tablas son muy livianas y para la época, costaban un dineral. Este fue el primer modelo que salió en el año 77/78. En la imagen se puede apreciar un ejemplar digno de la época. El freno fue hecho en una tienda de guitarras (Urdiain Guitars) a la medida.