Irlanda: verde, azul y negro…, o lo que es lo mismo, paisajes espectaculares, olas atlánticas y pintas de cerveza Guniness, Así podríamos resumir el relajado viaje por la costa irlandesa en pleno verano, buscando algún destino cercano para suplir la escasez de olas estivales.
Siempre tuve curiosidad por visitar Irlanda, la isla celta, y ver que olas ofrecían en la época veraniega. Además, siempre estaba la alternativa de conocer este bonito lugar y la vida irlandesa (bares, birras y música)…, por si la mar no rugía como era debido.
Así que reservamos el vuelo, cogí las tablas y nos fuimos a recorrer la isla.
VIAJE
El vuelo lo hicimos en Ryan Air hasta Dublín, por unos 200 euros más 100 extra de la funda con las tablas. Allí alquilamos una furgoneta para recorrer la isla y explorar las playas y paisajes que este lugar podía ofrecer. Elegimos este formato para tener libertad de movimientos, aunque ya se sabe lo caro que es el alquiler de este tipo de vehículos. Alquilamos la furgo desde España en McRent y la recogimos en el mismo aeropuerto.
Ya en marcha, empezamos a subir hacia Irlanda del Norte para conocer un poco aquello. Tras una visita fugaz a Belfast nos dirigimos hacia la costa norte, aunque el parte de olas en esa zona no era muy alentador. Aprovechamos para visitar alguno de los escenarios de Juego de Tronos (gran parte de los exteriores de la serie se grabaron por aquí) y algún monumento natural de los que se prodigan por la zona.
Al día siguiente abandonamos Irlanda del Norte y nos adentramos en Irlanda, donde fuimos costeando por la turística “Wild Atlantic Way” a las zonas más conocidas del surf irlandés y que más marejadas reciben, en el noroeste de la isla. Nos concentramos en los condados de Donegal, Sligo, Mayo y Clare, cada uno con sus olas características. Además, el agua no está excesivamente fría. Con un 3/2 entero llega………, en verano.
DONEGAL Y SLIGO
Aquí se encuentra la cuna del surf irlandés y la mayor parte de los spots clásicos de la isla. Empezando por la cara noreste de la bahía de Donegal nos encontramos con la playa de Rossnowlagh, donde se surfeó la primera ola en Irlanda, allá por los años 60. Es una playa de gran longitud con numerosos picos de calidad media donde se respira un gran ambiente surfero y podemos meternos con el coche en la playa. Además, después de la sesión hay que doblarse unas buenas “Ales” en el Surfer’s.
Bajando unos pocos kilómetros al sur, nos encontramos con el pueblo de Bundoran, otro emblema del surf irlandés. Tiene un buen pico de derecha sobre roca plana , aunque aquí no nos cuadraron buenas condiciones.
Siguiendo hacia el sur encontramos diversas rompientes de roca y arena. Clásicos como la monstruosa Mullaghmore, que lamentablemente no vimos rugir, o las olas de Easky, rompientes de gran calidad con una derecha mundial, forman parte del elenco de ondulaciones que encuentras en unos pocos kilómetros.
Y por supuesto, en cualquier rincón de la zona encontraremos un bar donde disfrutar de unas buenas birras irlandesas y un pescado local excelente.
MAYO Y CLARE
Estos son los otros dos condados por los que nos perdimos en busca de olas, ya que tienen un sinfín de rincones y playas. En la isla de Achill, condado de Mayo, encontramos algunas buenas rompientes de arena, además de unos paisajes espectaculares.
Pero sin duda fue en Lenich Beach, en el condado de Clare, donde nos dimos las sesiones más interesantes, ya que nos cogió una marejada dirección NE que impactaba directamente en las rompientes. Tiene varias izquierdas largas y consistentes, ademas de haber buen ambiente en el agua si vas con respeto.
La que más nos gustó fue la izquierda de Shit Creek. A la ola se accede bajando por un acantilado que hay enfrente del camping del pueblo. Es una aventura bajar, si encuentras el acceso, por la acuerda que han puesto los locales con la tabla debajo del brazo. Pero creedme, merece mucho la pena una vez que has llegado al pico.
Transcurridos los últimos días en Lehinch, llegó la hora de cruzar la isla a Dublín para coger el avión de vuelta. Creo que también hay aviones a Limerick desde España, que coge mucho más cerca de la zona de olas donde estuvimos.
Al final encontramos en Irlanda un buen destino para surfear, pasear y emborrachar !!! Ofrece muchas alternativas por si el parte de olas no cuadra, además de que la música fluye por todos los rincones.
Pero si cuadran los partes, la variedad y calidad de olas es inmensa !!